Los Vengadores

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El martes de la semana pasada vi Los Vengadores: La era de Ultron en el cine y llevo toda la semana configurando la crítica de la película. Quiero tomármelo con calma, a pesar de que, en los tiempos en los que vivimos, las modas son tan pasajeras como efímero es un estornudo. 
Como no sé cómo acabarla, he decidido echar la vista atrás y volver a repasar a su antecesora, Los Vengadores, película dirigida en 2012 por Joss Whedon, mismo director de la segunda parte y mente pensante detrás de este gigantesco crossover de Disney. Curiosamente, al volver a revisionarla me he sorprendido a mi mismo, ya que he descubierto que me gusta más de lo que me gustaba antes de ver Los Vengadores: La era de Ultron pero no porque esta segunda parte me haya gustado especialmente, sino porque los fallos y excesos de la secuela me han hecho, de alguna forma, valorar más la película original.
En Los Vengadores: La era de Ultron todo es ridículamente complejo en algunas ocasiones, en Los Vengadores todo es magistralmente simple. Tenemos a los buenos, a los cuales se nos han presentado  través de una serie de películas, y tenemos al malo, que tiene el clásico plan de conquistar el mundo. Ante semejante despropósito, los buenos, que al principio se llevan mal entre ellos, se unen para hacerle frente y frenar la invasión del ejército Chitauri que ha convocado. Y hasta ahí, estas pocas líneas resumen toda la película. Ni más ni menos.


Veo una sinceridad digna de elogio cuando miro esta película. Nadie me intenta engañar con complicadas tramas o saltos de guión que intentan burlar mi inteligencia. Todo es predecible, sí, pero es divertido. Seamos sinceros, nadie se mete a ver este tipo de películas para encontrarse historias humanas, sino para ver superhéroes lucirse contra los tontos villanos que utilizan a modo de punching ball. En eso, Los Vengadores es una obra de arte sin serlo. Da lo que ofrece, no engaña al espectador y jamás se queda corta.
Si quieres ver un espectáculo pirotécnico, un despliegue asombroso de efectos especiales y a tus héroes favoritos repartiendo leña a diestro y siniestro, esta es tu película. Es, de hecho, más una atracción de feria que una película. No hay historia, y tampoco se intenta que la haya, y eso es, también, algo positivo que decir de la película porque no se enreda y va a lo que va.
Todos los personajes tienen su atractivo, a pesar de ser completamente planos, y todos los personajes tienen un peso más o menos equivalente que se va distribuyendo a través de la película. Tony Stark está genial, tanto que a veces incluso supera al que vemos en las películas individuales de Iron Man. Tenemos la mejor versión de Hulk hasta la fecha, tan salvaje como heroico, más pequeño de lo que solía ser y con algo de barriguita, pero con un carisma desbordante. Un Capitán América que por fin viste como el del cómic, con su característico azul vivo. Incluso Ojo de Halcón, que siempre se ha dicho que está "maltratado" en la película, tiene grandes escenas, como el asalto al helitransporte.
Hay que tener en cuenta que las películas de superhéroes hablan de superhéroes y los superhéroes son, como su propio nombre indica, personas que están por encima del resto, son más que héroes, más que gente corriente. Los Vengadores no te muestra a un Ojo de Halcón con familia ni a una Viuda Negra enamoradiza, te muestra gente que realmente pertenece a las páginas de un cómic, que no tiene debilidades humanas. Los Vengadores te muestra justo a eso, a los Vengadores, en acción y salvando al mundo de un ejército de alienígenas. Incluso hay un momento en el que el Capi le ordena a Hulk que se ponga a aplastar y Hulk se va a repartir candela por ahí, en su salsa, destrozando edificios y saltando de un punto de la ciudad a otro con la facilidad con la que se cruza la calle. ¿Qué más se puede pedir?
Joss Whedon incluso nos regala uno de los mejores planos secuencia que he visto jamás, que muestra al grupo luchando en armonía contra la invasión, cada uno en un punto de la ciudad y de una forma diferente, cada uno explotando sus fortaleza. Capitán América y Viuda Negra, que son personajes más físicos, en tierra, Iron Man y Thor sobre el suelo, Ojo de Halcón disparando desde un edificio y Hulk... en fin, Hulk a su rollo.


Los colores son vivos, no tenemos luces tenues ni tonos desaturados. Los colores de las páginas de los cómics de Marvel eran saturados y vivos como los fotogramas de la película. Los héroes eran perfectos, como lo son los héroes de esta película. De hecho, cada fotograma de la película podría pasar fácilmente por una página de cómic si se convirtiera la foto en dibujo.
Estoy cansado de las películas de superhéroes que tratan a los espectadores como a tontos, queriendo ahondar en personajes que no lo requieren. Es ciertos que algunos, como Batman o incluso Superman se pueden rediseñar para mostrarlos más oscuros y profundos, pero algunos como Spiderman o la mayoría de los Vengadores sencillamente son héroes para divertirse mientras se leen sus historietas o se ven sus películas. ¿Qué sentido tiene un Spiderman serio y traumado con semblante oscuro? Spiderman es un chistoso jovial que se mofa de sus enemigos mientras pelea contra ellos. Eso es un superhéroe, sobre todo uno de la casa Marvel, la casa de las ideas. Los Vengadores no es una película que te la puedas tomar en serio, y tampoco es una película para tomártela en serio, y eso es lo mejor del film.
Sus defensores decían que era la película definitiva de superhéroes y ahora lo entiendo. Los Vengadores no sólo es la película definitiva de superhéroes sino que retrata a la perfección el concepto clásico de superhéroe. Por eso le voy a dar un 8/10 ahora que he visto Los Vengadores: La era de Ultron.
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1 comentario :

  1. Espera, creo que me he perdido... Esta es reseña de la 1 o de la 2?

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